James M. Bryant y Sonja Henie tuvieron una relación profesional y personal que comenzó en 1948 cuando Bryant fue contratado como entrenador de patinaje de Henie. Bryant estaba a cargo de entrenar a Henie en sus actuaciones en el espectáculo sobre hielo Sonja Henie Ice Revue. Henie y Bryant se enamoraron y comenzaron una relación personal, pero su amorío fue objeto de controversias. Henie estaba casada con un empresario noruego, mientras que Bryant estaba casado y tenía dos hijos. Su relación fue expuesta públicamente por la prensa sensacionalista y recibió críticas por ser inapropiada. A pesar de los comentarios negativos, la relación entre Henie y Bryant continuó. En 1955, Henie se divorció de su esposo y se casó con Bryant en una ceremonia privada en California. La pareja se mudó a México, donde montaron su propio espectáculo de patinaje sobre hielo. Posteriormente, se separaron en 1959, y Henie murió de leucemia en 1969. Bryant falleció en 1979. A pesar de las controversias que rodearon su relación, James M. Bryant y Sonja Henie fueron una de las parejas más importantes en el mundo del patinaje artístico y dejaron un legado duradero en el deporte y en la historia de los espectáculos sobre hielo.