Olivia de Havilland y Spencer Tracy fueron dos estrellas de cine de Hollywood muy populares en la década de 1930 y 1940. Aunque nunca tuvieron una relación romántica, se convirtieron en amigos cercanos y compañeros de trabajo en varias películas. Según los informes, Tracy fue un mentor y amigo muy cercano de De Havilland, y la ayudó a través de algunos momentos difíciles en su carrera. De Havilland también admiraba mucho la habilidad actoral de Tracy, y siempre hablaba maravillas de él en las entrevistas. Una de sus colaboraciones más memorables fue la película de 1938, "Las aventuras de Robin Hood". Tracy proporcionó la voz del narrador para la película, mientras que De Havilland interpretaba a la princesa María. Además de "Las aventuras de Robin Hood", De Havilland y Tracy también trabajaron juntos en "El fin de la aventura" en 1955, y Tracy tenía un papel no acreditado en la película de De Havilland, "La heredera" en 1949. Aunque Tracy falleció en 1967, De Havilland continuó hablando muy bien de su amigo y compañero de trabajo durante muchos años después. En una entrevista en 2004, la actriz de 100 años dijo que Tracy era "un ser humano maravilloso y un actor magnífico".
