Stacey Winfield y Ryan Giggs tuvieron una relación sentimental en la década de los 90. Winfield, de 34 años en ese momento, se convirtió en la amante de Giggs, quien era un jugador de fútbol famoso y casado. A pesar de que ambos mantuvieron su relación en secreto, finalmente se descubrió en 2011. La relación terminó en 2003, pero se volvieron a encontrar en 2010, y Winfield intentó extorsionar a Giggs con 250.000 libras esterlinas para que mantuviera en secreto la relación. Giggs, sin embargo, decidió hacer público su romance en 2011, después de que aparecieran rumores en la prensa británica. Desde entonces, Winfield ha evitado el ojo público, mientras que Giggs ha seguido teniendo éxito en su carrera como entrenador de fútbol. A pesar del escándalo, su relación sigue siendo uno de los secretos peor guardados en el mundo del fútbol.