Bill McAdams y Stacy Sanches se conocieron por casualidad en una cafetería local. Stacy estaba sentada en una mesa, escribiendo en su cuaderno cuando Bill se acercó a ella para pedir un poco de azúcar. Enseguida notó la belleza y la gracia de Stacy, y comenzaron a charlar animadamente. Descubrieron que compartían intereses y pasatiempos afines, y lo que comenzó como una simple solicitud de azúcar se convirtió en una conversación que duró horas. Desde ese día, Bill y Stacy comenzaron a salir regularmente, y su relación floreció rápidamente. Descubrieron que se complementaban mutuamente en muchos aspectos, y su amor creció cada día más. Al poco tiempo, se convirtieron en inseparables, y ahora son considerados uno de los pares más apasionados y felices de la ciudad.
