Un día soleado en Los Ángeles, Dolph Lundgren se encontraba en su gimnasio de rutina, haciendo unos ejercicios de pesas cuando de repente, una mujer muy hermosa y elegante entró en el lugar. Era Stephanie Adams, una modelo y actriz famosa en Hollywood. Al momento en que Dolph la vio, sintió una fuerte atracción por ella pero no se acercó en ese momento por respeto a su espacio personal. Sin embargo, Stephanie había notado la presencia de Dolph y le pareció muy interesante su físico atlético. Fue así que, después del entrenamiento, Dolph y Stephanie coincidieron en la sala de descanso del gimnasio y comenzaron a conversar sobre sus experiencias en la industria del cine. Descubrieron que ambos tenían un amor por las artes marciales y se animaron a hacer algunas maniobras juntos. De esa forma, Dolph y Stephanie comenzaron a conocerse y a disfrutar de su compañía mutua. Poco a poco, su amistad se transformó en una relación amorosa llena de aventuras y momentos inolvidables. Hoy en día, siguen disfrutando de su amor y del cine, juntos como una pareja icónica de Hollywood.