Steven Acevedo estaba buscando trabajo en el centro de la ciudad cuando se topó con una pequeña cafetería dirigida por Julie Ordon. Steven pidió un café y un muffin de arándanos y notó cómo Julie lo sacó de la bandeja con una sonrisa. Un pequeño error hizo que la bebida se derramara sobre la mesa, pero, en lugar de enojarse, Julie tomó una toalla y comenzó a limpiarla mientras le preguntaba a Steven sobre su día. Desde ese día, Steven comenzó a visitar la cafetería a menudo solo para verla. Finalmente, Steven reunió el coraje suficiente para pedirle a Julie que saliera a cenar con él y ella aceptó. Desde entonces, se han convertido en inseparables y han abierto una cadena de cafeterías juntos, siempre recordando su primer encuentro y cómo se enamoraron de una pequeña mancha de café.
