Dani y Steven se encontraron casualmente en un bar de Los Ángeles, donde coincidieron en el mismo grupo de amigos. Al principio, hablaron de temas triviales, como sus trabajos y pasatiempos, pero la química entre ellos era evidente desde el primer momento. Poco a poco, empezaron a compartir sus sueños y metas, dándose cuenta de que tenían mucho en común. Steven admira la creatividad de Dani como artista, mientras que ella valora la inteligencia y el sentido del humor de Steven. Después de unas copas y risas, decidieron intercambiar números de teléfono y redes sociales. Pronto empezaron a hablar con frecuencia y a planear salidas juntos. Ahora, Dani y Steven son inseparables. Juntos han explorado nuevos lugares, cocinado deliciosas comidas y disfrutado de muchas aventuras. Pero lo que más valoran es la confianza y el respeto mutuo que han construido a lo largo del tiempo.