Un día soleado de primavera, Fred y Susan se encontraron en el parque central de la ciudad. Fred estaba tomando fotos de la naturaleza y Susan estaba caminando con su perro. El perro de Susan corrió hacia Fred varias veces, lo que permitió a Fred y Susan entablar una conversación casual. Descubrieron que tenían mucha afinidad y comenzaron a hablar sobre fotografía y la vida en general. Después de un rato, decidieron caminar juntos por el parque y continuaron conversando sobre sus intereses y experiencias. Descubrieron que vivían en la misma área y que tenían amigos en común. Antes de despedirse, Fred y Susan intercambiaron sus números de teléfono y acordaron reunirse para tomar fotografías juntos en el futuro. Desde entonces, han seguido siendo buenos amigos y han compartido muchas aventuras fotográficas juntos.