Jack-Stein y Susan-Anton se conocieron en un agente de viajes en Nueva York cuando ambos se encontraban buscando un destino para sus próximas vacaciones. Al coincidir en sus intereses turísticos, comenzaron a charlar y a intercambiar recomendaciones. Se dieron cuenta de que compartían muchas cosas en común y que vivían en el mismo barrio. Decidieron intercambiar números de teléfono para seguir en contacto y planear futuros viajes juntos. Así fue como comenzó una gran amistad entre Jack y Susan que ha durado hasta el día de hoy.