Un día, un-named estaba navegando por las redes sociales cuando se topó con un comentario interesante que Susan-denberg había dejado en un post. Inmediatamente sintió curiosidad por ella y decidió enviarle un mensaje privado. Después de largas conversaciones virtuales, finalmente decidieron verse en persona en un café acogedor en el centro de la ciudad. Al encontrarse, se miraron a los ojos y supieron instantáneamente que habían encontrado algo especial. Desde ese día, no han dejado de comunicarse y explorar el mundo juntos, siempre agradecidos por el poder de la tecnología que los unió.