John-Agar y Susan-Morrow se conocieron en una exposición de arte moderno en Nueva York. Ambos estaban admirando el mismo cuadro y comenzaron a comentar sobre su interpretación del mismo. Después de una conversación interesante y divertida sobre arte, decidieron tomar un café para continuar charlando. Allí descubrieron su afición por la música y decidieron ir juntos a un concierto esa misma noche. Desde entonces, no se han separado y han explorado juntos muchos más museos y conciertos.