Susana y Rodrigo fueron presentados por amigos en común en un bar en São Paulo. Al principio, no se hablaron mucho, pero luego de algunos tragos, empezaron a conversar y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Descubrieron que ambos eran fanáticos del fútbol, les encantaba la música brasileña y compartían el amor por los animales. La noche transcurrió entre risas y charlas hasta altas horas de la madrugada. Al despedirse, intercambiaron números de teléfono y acordaron salir nuevamente pronto. Desde entonces, Susana y Rodrigo han sido inseparables y han construido una hermosa relación que comenzó con una simple presentación en un bar.
