Mary-Castle y Sy-Bartlett se conocieron en la cafetería del campus universitario. Ambos estaban sentados solos en mesas cercanas, leyendo libros de poesía. Después de intercambiar algunas miradas furtivas, Mary finalmente tomó el coraje para acercarse y preguntarle a Sy qué estaba leyendo. Resultó que ambos eran fanáticos de la poesía romántica, y empezaron a hablar apasionadamente sobre sus autores favoritos. La conversación fluyó fácilmente, y pronto se dieron cuenta de que tenían muchas más cosas en común que solo su amor por la poesía. Desde ese día, se volvieron inseparables, pasando su tiempo juntos explorando la ciudad, asistiendo a eventos culturales y, por supuesto, compartiendo poemas con el otro. A medida que su amistad crecía, ambos comenzaron a darse cuenta de que había algo más profundo entre ellos, y eventualmente se convirtieron en pareja. Ahora, años después, siguen siendo inseparables, compartiendo su amor por la literatura, la cultura y la vida en general.
