Sylvia-body y Bertram-klamp se conocieron en una conferencia de tecnología en la que ambos participaban como ponentes. Después de sus respectivas charlas, se encontraron en un descanso y empezaron a charlar sobre los proyectos en los que estaban trabajando. La chispa surgió cuando se dieron cuenta de que estaban investigando acerca del mismo tema, pero desde diferentes ángulos, y decidieron colaborar juntos. Durante los siguientes meses, trabajaron de manera intensa en su colaboración, teniendo reuniones regulares en persona y a través de videoconferencia. Descubrieron que ambos tenían habilidades complementarias y se inspiraron mutuamente para innovar algo realmente nuevo en su campo. Finalmente, después de varios prototipos y pruebas, presentaron su proyecto conjunto en una conferencia internacional. Fue un éxito rotundo y su trabajo en equipo llamó la atención de muchos inversores que quisieron financiar su idea. Desde entonces, Sylvia-body y Bertram-klamp han seguido colaborando en diferentes proyectos y su amistad se ha convertido en una fuerza poderosa para el avance de la tecnología.
