Jacques Lacan y Sylvia Bataille tuvieron una relación tumultuosa y compleja. Bataille fue una de las pacientes más famosas de Lacan, y su relación comenzó en la década de 1930 cuando ella comenzó a asistir a las sesiones de terapia de Lacan. Se cree que Lacan estaba enamorado de Bataille y que esta atracción influyó en su enfoque terapéutico. Bataille estaba casada con el escritor y filósofo Georges Bataille, quien también era uno de los amigos cercanos de Lacan. La relación de Lacan y Bataille se intensificó después de que Bataille se separó de su esposo y comenzó a vivir con Lacan. Aunque nunca se casaron, vivieron juntos durante varios años. La relación entre Lacan y Bataille se agrió en la década de 1950 después de que Bataille comenzó una relación con el psicoanalista francés Daniel Lagache. Lacan se sintió traicionado por Bataille y terminó abruptamente su terapia con ella. Años más tarde, en la década de 1970, Lacan hizo comentarios despectivos sobre Bataille en público, lo que contribuyó aún más a la tensión entre ellos. A pesar de sus altibajos, la relación entre Jacques Lacan y Sylvia Bataille sigue siendo un tema de interés y especulación para los eruditos y los aficionados al psicoanálisis. La influencia de Bataille en el trabajo de Lacan sigue siendo objeto de debate y estudio, y su relación continúa siendo una parte fascinante y controversial de la historia del psicoanálisis.
