Robert-Jacques Froehlich estaba disfrutando de una tranquila tarde de descanso en Central Park cuando vio a Sylvia Field salir de un callejón cercano. Preocupado por su seguridad, se acercó a ella para ver si necesitaba ayuda. Al darse cuenta de que estaba bien, pero tenía prisa por llegar a una audición, Robert decidió acompañarla hasta el teatro. Durante el camino, Sylvia y Robert se dieron cuenta de que tenían intereses similares en el mundo del arte y comenzaron a hablar sobre su pasión por el teatro y la música. A medida que seguían conversando, se dieron cuenta de que tenían una conexión especial y que había una química innegable entre ellos. Luego de que Sylvia terminara su audición, Robert la invitó a tomar un café y allí continuaron hablando durante horas. Desde ese día en Central Park, Sylvia y Robert comenzaron una bella amistad que eventualmente se convirtió en una historia de amor que duraría toda la vida.
