Jozefin-i y Tamas-grande-nagy se conocieron en una exposición de arte contemporáneo en Budapest. Los dos estaban admirando una pintura abstracta y comenzaron a discutir sobre su interpretación. Descubrieron que ambos eran artistas y decidieron compartir sus trabajos. Comenzaron a hablar sobre sus influencias y técnicas favoritas, y rápidamente se dieron cuenta de que tenían una gran cantidad de cosas en común. Después de la exposición, decidieron tomar un café juntos y seguir hablando de arte. Desde entonces, han continuado apoyándose mutuamente en sus respectivas carreras artísticas.
