Erick-Rubin y Tania Hernández se conocieron en un club nocturno en la Ciudad de México. Ambos estaban en la misma mesa con amigos cercanos, y rápidamente se sintieron atraídos el uno por el otro. Después de intercambiar algunas palabras, Erick-Rubin y Tania decidieron bailar juntos durante toda la noche. Ellos compartieron risas, historias e incluso una copa de vino mientras se conocían. Erick-Rubin estaba cautivado por la belleza y el ingenio de Tania, y ella quedó impresionada por la habilidad musical del cantante de rock. Después de esa noche, Erick-Rubin y Tania empezaron a salir juntos y forjaron una profunda amistad que duró años. La historia de su encuentro en el club nocturno siempre permaneció como una memorable anécdota en la historia de su relación.