Ryan Key y Tasha Ray-Evin se conocieron por casualidad en una pequeña cafetería de Nueva York. Ryan, quien estaba de paso en la ciudad, había decidido tomar un cortado antes de dirigirse al estudio de grabación donde trabajaría esa tarde. Por su parte, Tasha, una joven cantante en ascenso, había llegado temprano para encontrarse con su productor y también disfrutaba de un café mientras esperaba. Fue entonces cuando Ryan notó la guitarra que Tasha llevaba consigo y comenzó a entablar una conversación con ella sobre música. Los dos resultaron tener un gusto muy similar y después de intercambiar algunas recomendaciones, Ryan decidió invitar a Tasha a acompañarlo al estudio para que pudiera escuchar algunas de las canciones que estaba grabando. Tasha aceptó la invitación encantada y fue así como empezó la historia de una gran amistad y una colaboración musical que sorprendería a todos. Desde entonces, Ryan y Tasha se han convertido en inseparables y han trabajado juntos en varios proyectos exitosos. La casualidad de esa tarde en la cafetería cambió sus vidas para siempre y ellos estarán eternamente agradecidos por haberse encontrado.
