Tatiana de los Ríos y Karim Ghorayeb se encontraron por casualidad en una estación de metro en París. Tatiana se había equivocado al elegir la línea de metro y se encontraba perdida en la ciudad, cuando de repente, Karim se acercó y le ofreció ayuda. Con su amabilidad y su excelente francés, Karim la guió hasta la estación correcta. Tatiana agradecida, le preguntó si podía invitarlo a tomar un café como muestra de gratitud. Karim aceptó. Durante el café, descubrieron que ambos estaban trabajando en proyectos de investigación similares y que compartían intereses comunes. A partir de entonces, Karim y Tatiana continuaron viéndose en París y luego en América Latina, donde ambos finalmente construyeron una cotidianeidad juntos.
