Un día, David Garrett se encontraba paseando por las calles de Berlín cuando vio a una hermosa mujer. Él decidió acercarse y preguntarle por una dirección. Resultó que la mujer era Tatjana Gellert, quien estaba en la ciudad visitando a unos amigos. David y Tatjana empezaron a charlar y se dieron cuenta de que compartían muchos intereses, entre ellos la música clásica y la cultura europea. Pasaron varias horas juntos, paseando por la ciudad y hablando de todo tipo de temas. Al final del día, David y Tatjana intercambiaron números de teléfono y se despidieron con una sonrisa en los labios. A partir de entonces, empezaron a hablar todos los días y a compartir más y más sobre sus vidas y sus planes. Poco a poco, David y Tatjana se fueron enamorando y construyendo una relación sólida y duradera. Hoy en día, son inseparables y siguen disfrutando de su amor por la música y por la vida juntos.
