Un día, Oleg-Dal se encontraba en un café en el centro de la ciudad. Mientras esperaba su pedido, se dio cuenta de una hermosa mujer que estaba sentada en la mesa de al lado. Se trataba de Tatyana-Lavrova, quien también había ido a tomar un café. Oleg-Dal no podía dejar de mirarla, así que decidió acercarse a su mesa y entablar una conversación. Rápidamente descubrieron que tenían muchos intereses en común y comenzaron a salir juntos con frecuencia. Pasearon por las calles de la ciudad, visitaron museos y galerías de arte, e incluso asistieron juntos a algunas obras de teatro. Se dieron cuenta de que estaban enamorados y comenzaron una relación seria. A lo largo de los años, Oleg-Dal y Tatyana-Lavrova han enfrentado muchos obstáculos juntos, pero siempre han encontrado la manera de superarlos. Su amor ha sido fuerte y duradero, y están agradecidos de haberse conocido un día en aquel café.
