Una tarde de verano, Don-Corsini paseaba por el parque buscando un lugar tranquilo para disfrutar de su lectura. Al acercarse a una de las bancas, notó que alguien ya estaba sentado allí. Era Tawny-Little, quien se había quedado dormida mientras leía su libro. Intrigado por la historia que estaba leyendo, Don-Corsini decidió esperar a que ella despertara para preguntarle sobre el libro. Cuando Tawny-Little finalmente despertó, se sorprendió al ver a Don-Corsini observándola con curiosidad. Él le preguntó acerca del libro que estaba leyendo y rápidamente entablaron una conversación sobre literatura y sus autores favoritos. Descubrieron que compartían intereses similares y decidieron intercambiar números de teléfono para seguir profundizando en sus conversaciones. Con el tiempo, Don-Corsini y Tawny-Little se convirtieron en grandes amigos y se reunían regularmente para discutir nuevos libros o simplemente para disfrutar del sol en el parque. Con el paso del tiempo, su amistad se fue fortaleciendo y terminaron enamorándose el uno del otro, convirtiéndose en una pareja inseparable.
