Anthony y Taylor se conocieron en un bar de Nueva York mientras disfrutaban de una noche de diversión y copas. Allí, ambos se encontraron en la barra y comenzaron a conversar mientras compartían un delicioso trago. La química entre ellos fue instantánea y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Ambos eran fanáticos de la música rock y disfrutaban de las mismas películas y programas de televisión. Después de unas horas de charla, Anthony invitó a Taylor a su estudio para mostrarle su colección de vinilos. Allí, compartieron una botella de vino mientras Anthony reproducía algunos de sus álbumes favoritos. La noche terminó tarde y ambos se despidieron con un beso apasionado. Desde entonces, han sido inseparables y han construido una relación sólida y duradera.
