Un día soleado, mientras Faloon y Thiago caminaban por la playa, se encontraron con Larraguibel y Cunha, quienes estaban practicando surf. Al verlos, Faloon y Thiago se acercaron y comenzaron a conversar. Descubrieron que compartían intereses en común, como la música y el deporte, y decidieron intercambiar números para mantenerse en contacto. Desde ese día, los cuatro se hicieron muy buenos amigos y disfrutaban de pasar tiempo juntos, ya sea haciendo deportes o simplemente charlando. Siempre recordarán ese día en la playa como el momento en que sus vidas se cruzaron para siempre.