Frances y Thomas se conocieron en una exhibición de arte en París. Ambos estaban admirando una pintura impresionista cuando se dieron cuenta de que estaban discutiendo la misma pieza. Frances notó la pasión en la voz de Thomas mientras hablaba sobre la técnica utilizada en la pintura, y rápidamente se unió a la conversación. En poco tiempo, estaban discutiendo sus artistas favoritos y compartiendo historias sobre sus viajes por Europa. Después de la exhibición, Frances invitó a Thomas a tomar un café y continuaron hablando durante horas. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por el arte y la música. Desde entonces, se han mantenido en contacto y han viajado juntos por varios países europeos, explorando galerías y museos juntos. La amistad de Frances y Thomas comenzó en un evento de arte, pero ha evolucionado en algo mucho más profundo y significativo.
