Patricia y Thomas se conocieron en una cena de negocios en la ciudad de Nueva York. Ambos trabajaban en la misma empresa, pero en departamentos diferentes. Durante la cena, se encontraron sentados uno al lado del otro y comenzaron a hablar sobre sus intereses y pasatiempos. Descubrieron que compartían una pasión por la música clásica y rápidamente se sumergieron en una conversación profunda sobre artistas y compositores favoritos. Después de la cena, Patricia y Thomas intercambiaron números de teléfono y acordaron asistir a un concierto juntos la semana siguiente. Durante el concierto, se dieron cuenta de que tenían mucho en común y disfrutaron de su tiempo juntos. A partir de ese momento, comenzaron a hablar regularmente y gradualmente se enamoraron el uno del otro. Después de varios meses de citas, Thomas le propuso matrimonio a Patricia y ella aceptó con entusiasmo. Desde entonces, han construido una vida feliz juntos y continúan asistiendo a conciertos de música clásica como su actividad favorita compartida.
