Jill y Tiffany se conocieron en una lujosa fiesta organizada por un reconocido productor de cine de Hollywood. Ambas eran invitadas especiales y, al encontrarse en la barra de cócteles, empezaron a conversar. Al instante, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como su pasión por la actuación y la moda. Después de intercambiar números de teléfono, empezaron a salir juntas y, rápidamente, se convirtieron en amigas cercanas. Incluso, trabajaron juntas en varias películas, adquiriendo una gran fama por su habilidad histriónica. Con el tiempo, se convirtieron en una de las parejas más queridas y envidiadas de Hollywood.
