La relación entre Marcelo Salas y Titi Aguayo comenzó en los años 80 en la ciudad de Temuco, Chile, donde ambos jugaban en el equipo juvenil del Club Deportivo Universidad Católica de Temuco. A pesar de que Salas es un año mayor que Aguayo, compartieron muchos partidos y entrenamientos juntos. Cuando Salas fue transferido al Club Deportivo Universidad de Chile en 1993, Aguayo se convirtió en su compañero de equipo poco después. Juntos lograron grandes éxitos, ganando dos campeonatos nacionales y una Copa Libertadores de América en 1996, siendo titulares indiscutidos en el equipo. Aguayo era el socio ideal de Salas en la cancha, ya que se complementaban en el juego, con Aguayo siendo un excelente pasador y Salas un goleador nato. La dupla Salas-Aguayo es recordada como una de las más exitosas en la historia del fútbol chileno. A pesar de que ambos jugadores se retiraron del fútbol profesional, su amistad y relación continúan hasta el día de hoy. Salas y Aguayo se han mantenido en contacto y han participado juntos en actividades deportivas y eventos benéficos en apoyo a la niñez.
