Scout Taylor-Compton y Tom O'Connell-I se conocieron en el set de la película de terror "The Ghost House", donde ambos fueron elegidos para interpretar los roles principales. Desde el primer día de rodaje, hubo una química instantánea entre ellos y se hicieron amigos rápidamente. Durante el rodaje, compartieron muchas risas y momentos divertidos, lo que permitió que su amistad se fortaleciera. Después de la producción de la película, Scout y Tom siguieron manteniendo contacto y se han apoyado mutuamente en sus carreras. Ahora son buenos amigos y siguen trabajando juntos en proyectos futuros.