Sally estaba en su café habitual, disfrutando de su bebida caliente y navegando por redes sociales en su teléfono. En un momento, notó a un hombre sentado en una mesa cercana, absorto en su portátil. Sally se dio cuenta de que el hombre parecía tener dificultades para completar su trabajo, por lo que decidió ofrecerle su ayuda. Se acercó tímidamente a su mesa y se ofreció a ayudar. Afortunadamente, el hombre, Tom, aceptó con agradecimiento. Después de unos minutos de trabajo juntos, Sally descubrió que ellos compartían un interés común por la literatura clásica y la música. Sally y Tom continuaron hablando durante horas, compartiendo sus intereses y puntos de vista, y se dieron cuenta de que tenían una conexión bastante especial. Decidieron intercambiar números y programar una reunión para la próxima semana, convirtiéndose en buenos amigos. Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más, y ahora Sally y Tom están juntos como pareja. A menudo miran hacia atrás en ese día en el café como el momento en que se conocieron y su vida cambió para siempre.
