Abigail-Adams y Tony-Martin se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad. Abigail había estado sentada sola en una mesa, trabajando en su computadora portátil mientras Tony se acercaba a la barra para pedir un café. Tony notó a Abigail, y se sintió atraído por su belleza y su concentración en el trabajo. Se acercó a su mesa y comenzó a hablar con ella sobre su proyecto. Después de unas horas de conversación, Abigail y Tony intercambiaron números de teléfono y acordaron salir juntos en una cita. A partir de ahí, su relación floreció y se convirtió en una fuente de amor y apoyo mutuo. Ahora, muchos años después de ese primer encuentro, Abigail y Tony siguen juntos y son inseparables. Su historia de amor es una inspiración para todos aquellos que buscan encontrar a su alma gemela de la manera más inesperada y hermosa.
