Tony-Martino y Jill-Kelly se conocieron en un bar de copas en la ciudad de Nueva York. Jill-Kelly estaba sentada en la barra cuando Tony-Martino se acercó a ella para pedirle que le sirviera una bebida. Después de charlar un rato, Tony-Martino le preguntó si le gustaría ir a un concierto al día siguiente con él. Jill-Kelly aceptó la invitación y, desde entonces, los dos comenzaron a salir juntos. Pronto descubrieron que tenían mucho en común y se enamoraron el uno del otro. Ahora, muchos años después, siguen juntos y felices, recordando con cariño aquel primer encuentro casual en el bar.