Tonya Harding y Darren Silver eran una pareja sentimental en la época en la que Harding estaba compitiendo en el mundo del patinaje artístico. Silver también se desempeñaba como guardaespaldas y agente de seguridad para Harding. En 1994, Harding se vio envuelta en un escándalo cuando su competidora en el patinaje artístico, Nancy Kerrigan, fue atacada con un bastón en la rodilla. La investigación del FBI reveló que el ex esposo de Harding, Jeff Gillooly, había contratado a un matón para llevar a cabo el ataque con la esperanza de eliminar a Kerrigan como competidora y aumentar las posibilidades de que Harding ganara la medalla de oro en las Olimpiadas de Invierno de 1994. Durante la investigación, se descubrió que Silver había ayudado a Harding a destruir pruebas relacionadas con el caso. Fue condenado por obstrucción de la justicia y cumplió una breve pena de prisión. La relación entre Harding y Silver terminó poco después del escándalo. En la actualidad, Harding vive una vida más tranquila y alejada del patinaje artístico, mientras que Silver se ha mantenido alejado del ojo público.
