Tonya Harding y Jeff Gillooly fueron pareja y también estaban involucrados en uno de los mayores escándalos del mundo del patinaje artístico en la historia estadounidense. En 1994, la rivalidad entre Tonya Harding y Nancy Kerrigan, otra patinadora estadounidense de elite, alcanzó un punto crítico cuando Kerrigan fue golpeada en la rodilla con un tubo de metal en una competición durante los entrenamientos para los Juegos Olímpicos de Invierno de ese año en Lillehammer, Noruega. Fue rápidamente revelado que Gillooly había organizado el ataque contra Kerrigan. Se descubrió que Gillooly y un grupo de amigos contratados por él habían planeado y ejecutado el ataque, llevando a cabo una investigación completa, que concluyó que Harding estaba al tanto del plan. En consecuencia, Harding fue suspendida de por vida de la Asociación Estadounidense de Patinaje Artístico y Gillooly fue sentenciado a dos años de prisión por cargos relacionados con el ataque. Harding y Gillooly se separaron poco después del incidente y la patinadora eventualmente inició una carrera en la lucha libre profesional. En los años siguientes, ambos han mantenido una relación complicada y han lanzado acusaciones y contra acusaciones sobre quién sabía qué en el momento del ataque contra Kerrigan.
