Un día, mientras Rebecca paseaba por la playa, vio a Tori practicando yoga en la orilla del mar. Rebecca se quedó impresionada por la habilidad y gracia de Tori, y decidió acercarse para felicitarla por su práctica. Tori, a su vez, se sintió atraída por la belleza y simpatía de Rebecca, y rápidamente iniciaron una conversación. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la naturaleza y su interés en la paz interior. A partir de ese momento, empezaron a encontrarse con regularidad en la playa para hacer yoga y meditación juntas. Con el tiempo, su amistad se hizo más profunda y se convirtieron en compañeras inseparables. Hoy, Rebecca y Tori siguen practicando yoga y meditación juntas, pero también exploran el mundo y disfrutan de la vida con alegría y entusiasmo. Su amistad es un recordatorio constante de la belleza y la bondad que podemos encontrar en las personas cuando nos abrimos a la posibilidad de conocerlas.