Mickey Wright y Toya Johnson se conocieron por casualidad en una cafetería de Nueva York. Ambos estaban en la cola para pedir café y chocaron sus manos mientras sacaban sus carteras. Se disculparon, pero Mickey sintió una extraña conexión con Toya en el momento en que sus miradas se encontraron. Decidieron sentarse juntos y charlar mientras disfrutaban de su café. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo un amor por la cocina y la música. Intercambiaron números y comenzaron a salir juntos con frecuencia. Eventualmente, se enamoraron y se convirtieron en uno de los pares más felices y envidiados de la ciudad. A menudo recordaban cómo la casualidad les había presentado el uno al otro, y nunca dejaron de agradecer por ese momento mágico en la cafetería.