Dr. Charlotte Morrigan Brown y Travis Stork se conocieron en una conferencia médica en Nueva York. Ambos asistían como ponentes y se encontraron mientras esperaban el ascensor en el hotel donde se hospedaban. Iniciaron una plática casual y descubrieron que compartían intereses en común, además de la medicina, como la música y los deportes. Durante los días de la conferencia, se hicieron muy buenos amigos y, al finalizar, intercambiaron números de teléfono y prometieron mantenerse en contacto. Fue así como comenzó una relación de amistad que, con el tiempo, se convirtió en algo más.