Un día soleado de primavera, Jamie-Maelani y Tristan-Tate se encontraron en una cafetería cerca del centro de la ciudad. Casualmente, ambos llegaron a esa cafetería con la intención de disfrutar de un café y leer un libro. Al principio, Jamie-Maelani estaba leyendo uno de sus libros favoritos, mientras que Tristan-Tate estaba disfrutando de su café mientras miraba por la ventana. Sin embargo, en algún momento, sus miradas se cruzaron y se dieron cuenta de que se estaban mirando el uno al otro. Después de unos minutos de mirarse el uno al otro, Tristan-Tate se acercó a Jamie-Maelani para presentarse. Con su encantadora sonrisa, Tristan-Tate le preguntó si le gustaría pasar un rato juntos. Jamie-Maelani, sorprendida y un poco nerviosa, aceptó la invitación. Después de conversar por un rato mientras compartían un café, descubrieron que tenían muchas cosas en común. Ambos eran amantes de la música clásica y disfrutaban de los paseos por el campo. Decidieron volver a encontrarse en la misma cafetería la siguiente semana para tomar otra taza de café juntos. Así fue como Jamie-Maelani y Tristan-Tate se conocieron en aquella cafetería de la ciudad y comenzaron una relación que los uniría para siempre.
