Kimberly y Alexander trabajaban juntos en una empresa de publicidad en Nueva York. Un día, durante una reunión, conocieron a Tristan Thompson, quien estaba interesado en contratar a la empresa para promocionar su negocio de restaurantes. A partir de ese encuentro, comenzaron a trabajar juntos en el proyecto y durante el proceso, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Terminado el trabajo, Tristan invitó a los tres a comer en uno de sus restaurantes y allí tuvieron la oportunidad de conocerse mejor. Al final de la velada, Tristan les propuso un negocio aún más grande que involucraba a los tres y fue ahí donde empezó una gran amistad y, más adelante, surgió algo más.
