Carol Christensen y Tucker Smith se conocieron en una tarde soleada mientras paseaban por el parque. Carol llevaba un vestido floreado y Tucker una camisa a cuadros. Se cruzaron en el camino y Carol accidentalmente golpeó a Tucker con su bolso. Tucker se disculpó y Carol también lo hizo. Después de un breve intercambio de disculpas, comenzaron a hablar y descubrieron que compartían un gran interés en la pintura y la música. Tucker invitó a Carol a un concierto de jazz esa noche y ella aceptó encantada. Fue el comienzo de una hermosa amistad que se convirtió en un romance apasionado. Desde entonces, siempre se han admirado mutuamente y han apoyado sus pasiones e intereses.
