Un día soleado en las calles de Estambul, Cem caminaba tranquilamente cuando de repente se topó con Tugce, quien estaba perdida y necesitaba ayuda para encontrar su destino. Cem, siendo el caballero que es, se ofreció a guiarla y así comenzó una conversación que los mantuvo intrigados el uno con el otro. Ambos descubrieron que compartían una pasión por la música y cine, lo que les llevó a intercambiar opiniones y gustos. Después de ese día, Cem y Tugce comenzaron a verse más seguido y a disfrutar de su compañía mientras exploraban la ciudad juntos. Con el tiempo, su amistad creció y se convirtió en una bella historia de amor que les cambiaría la vida para siempre.
