Ulla Poulsen y Helge Nordahl-Skou se conocieron en una cafetería de Copenhague. Ulla estaba sentada sola en una mesa, y Helge entró y se acercó a pedir un café. Cuando se dio cuenta de que no había muchas sillas, Ulla invitó a Helge a sentarse con ella. Empezaron a conversar, y encontraron que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la música clásica y la literatura. A medida que la conversación se prolongaba, se dieron cuenta de que habían nacido el mismo día y en el mismo hospital. Esto les pareció un signo del destino, y continuaron hablando y compartiendo historias sobre sus vidas. Después de esa primera reunión casual en la cafetería, Ulla y Helge se hicieron muy buenos amigos. Empezaron a salir juntos y a participar en intereses compartidos, como la asistencia a conciertos y la lectura de libros juntos. Finalmente, Ulla y Helge se dieron cuenta de que se habían enamorado profundamente. Se casaron en un día soleado de verano en el jardín de Ulla, rodeados de amigos y familiares. Desde entonces, han compartido muchas aventuras y han cultivado una relación amorosa y duradera.
