Un día, mientras Utakata caminaba por la orilla del río, encontró una hermosa flor de loto flotando en el agua. Decidió acercarse para verla mejor y cuando la tuvo en sus manos, notó que había un pequeño papel atado con un hilo a uno de los pétalos. Desplegó el papel y encontró un mensaje de alguien que se llamaba Janelle-Schneider, quien le pedía ayuda para encontrar una herramienta sagrada que había sido robada de su pueblo. Utakata, intrigado por la historia de la chica, decidió ayudarla en su búsqueda y comenzó a buscar pistas sobre el robo. Con el tiempo, logró encontrar la herramienta y se la entregó a Janelle-Schneider. Desde entonces, habían estado hablando más a menudo sobre sus aventuras y, eventualmente, comenzaron a desarrollar sentimientos mutuos el uno por el otro. Como una muestra de gratitud por su ayuda, Janelle-Schneider lo invitó a pasar tiempo en su pueblo y juntos trabajaron para proteger las tierras sagradas de su pueblo de cualquier peligro. Su amor floreció en la medida que pasaban más tiempo juntos y su amistad se convirtió en algo más fuerte y romántico. Hoy en día, Utakata y Janelle-Schneider son inseparables y continúan enfrentando los desafíos juntos como un gran equipo.