Mientras Bodi y Sylvie estaban recorriendo las calles de Budapest, de repente se encontraron con Vajk y Szente en una pequeña tienda de dulces. A pesar de que nunca se habían visto antes, todos se sintieron instantáneamente atraídos el uno al otro y comenzaron a hablar animadamente. Bodi y Vajk descubrieron que compartían una pasión por la música y comenzaron a intercambiar pistas de sus canciones favoritas. Por otro lado, Sylvie y Szente hablaron sobre su amor por los viajes y comenzaron a planear su próxima aventura juntos. Tras pasar horas charlando y riendo, los cuatro se despidieron con la promesa de volver a reunirse pronto. Desde entonces, se convirtieron en amigos inseparables, y Bodi, Sylvie, Vajk y Szente se han embarcado en innumerables aventuras juntos.
