Molly-Ringwald y Valery-Lameignere se conocieron en una fiesta organizada por un amigo en común. En ese momento, ambos estaban recién llegados a la ciudad y no conocían a muchas personas. Desde el primer momento en que se vieron, conectaron y comenzaron a conversar durante toda la noche. Descubrieron que compartían muchas cosas en común, como su amor por la música y el cine, y decidieron intercambiar números de teléfono al final de la noche. Después de esa fiesta, comenzaron a salir juntos con frecuencia y a construir una gran amistad. Siempre iban al cine los fines de semana y disfrutaban hablando sobre las películas que habían visto. También acudían a conciertos y espectáculos de comedia juntos. Con el tiempo, Molly y Valery se convirtieron en mejores amigos y continuaron apoyándose y animándose mutuamente en sus respectivas carreras. Hoy en día, siguen siendo amigos cercanos y se mantienen en contacto regularmente a pesar de que viven en ciudades diferentes. Molly ha hablado muchas veces sobre la importancia de la amistad y cómo su amistad con Valery le ha ayudado en momentos difíciles. Valery, por su parte, siempre ha agradecido tener a una amiga como Molly a su lado. Ambas mujeres están agradecidas por haberse conocido en esa fiesta y han construido una amistad que durará toda la vida.
