Jason Cowan y Vanessa Nimmo se conocieron en un bar de la ciudad. Jason estaba sentado en una mesa con sus amigos mientras Vanessa estaba en la barra esperando su pedido. Sus ojos se encontraron y se sonrieron mutuamente. Jason se acercó a la barra y le preguntó a Vanessa si podía comprarle una copa. Vanessa aceptó y así comenzaron a conversar. Descubrieron que compartían la misma pasión por el deporte y comenzaron a hablar sobre su equipo favorito. Al final de la noche, intercambiaron números de teléfono y acordaron reunirse para ver un partido juntos. Desde entonces, Jason y Vanessa se han vuelto inseparables y han compartido innumerables aventuras y momentos juntos.
