Vera estaba en el parque paseando a su perro cuando de repente se topó con Robert, quien estaba jugando al frisbee con sus amigos. El perro de Vera se acercó a Robert y comenzó a jugar con el frisbee. Robert y Vera entablaron una conversación mientras el perro de Vera seguía jugando con el frisbee. Desde ese día, Vera y Robert se encontraron en el parque todos los días para pasear al perro y jugar al frisbee juntos. Poco a poco fueron conociéndose más y más, y después de varias citas, se dieron cuenta de que habían encontrado a su alma gemela. Desde entonces, Vera y Robert están juntos y aún siguen jugando al frisbee en el parque con su perro.