Carl Anderson atendía una tienda de discos en Los Ángeles y siempre estaba buscando nuevos talentos para promocionar. Una tarde, Veronica, Porsche y Ali entraron a la tienda buscando música para una fiesta que estaban organizando. Carl se ofreció a ayudarles y terminaron hablando durante horas, compartiendo su amor por la música, el cine y la comida mexicana. Desde entonces, se hicieron buenos amigos y comenzaron a trabajar juntos en proyectos creativos. Unidos por su pasión por el arte y la cultura, la amistad de Veronica, Porsche, Ali y Carl se convirtió en una fuerza creativa poderosa, inspirando a muchos a perseguir sus sueños y a cosechar los frutos de la camaradería y el trabajo en equipo.
