Un día, Luke Evans estaba de paseo por las calles de Londres cuando se topó con Victor Turpin, quien estaba haciendo malabares con unos platillos en un semáforo. Luke se detuvo a observarlo y quedó impresionado por la habilidad de Victor. Luke decidió acercarse y entablar conversación con él. Descubrieron que ambos eran apasionados de la música y de la actuación, por lo que intercambiaron números y se prometieron mantenerse en contacto. Pocos días después, Victor invitó a Luke a una presentación de teatro en la que actuaba. Luke, quien estaba interesado en conocer más sobre el mundo del teatro, aceptó de inmediato. Durante esa noche, Victor y Luke conectaron enseguida. Descubrieron que tenían una química especial tanto en el escenario como fuera de él. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y han compartido muchos proyectos juntos.